FOGATA

FOGATA
Cooperativa de Formación para el Cuidado de la Casa Común

lunes, 17 de julio de 2023

Tu Misión siempre será el cuidado de mi Creación

En medio de tanto frio y oscuridad pequeños rayos de Sol asoman para abrigar la Esperanza. En esas primeras horas, unas pocas selectas personas pueden contemplar el amanecer entre tantas sombras: mujeres trabajadoras, campesinas, indígenas, vendedoras amasadoras y tejedoras...madres de Todo, junto a albañiles, transportistas, labradores, cartoneros y mendigos. En esas primeras horas donde todo permanece todavía oscuro, la escarcha invadiendo los caminos y el silencio asechando por la espalda...En esas gélidas y dolorosas madrugadas, justo antes de despuntar el Alba, Ellas allí están. Rompen la noche, desafían los miedos, curan dolores, alimentan hambrientos, secan lagrimas y  llegan de frente al Sol, poniendo el cuerpo y el alma a cada sorpresa de la Vida. Sin cálculos o especulaciones, sabiendo que la misión de anunciar y dar testimonio de la Buena Noticia les traerá una vez mas azotes, traiciones, persecuciones, destierros, despedidas y soledades. A pesar de todo ello, Ellas saben que igual vale la pena...LAS MUJERES DEL ALBA lo saben porque lo sienten. Una vez mas corren hacia la Promesa, desafiando soldados imperiales que custodian el sepulcro de los fríos pasillos ministeriales, moviendo montañas de calumnias y mentiras, corriendo pesadas piedras que levantan fronteras en los umbrales por donde sus pueblos deben pasar para el reencuentro; convencen a los incrédulos, esperanzan a los desesperanzados, alientan a los deprimidos, curan a los desangrados, lloran por los muertos en vida, y rezan por los comprometidos. Misionan para multiplicar las comunidades de base que siguen abrazando la forma de vida en abundancia sin opresores ni oprimidos. Las Mujeres del Alba siempre acuden al grito del Pobre y asisten el gemir de la Madre Tierra. 
Allí estaban ayer; y hoy en la Plaza anunciando la Buena Noticia de una Iglesia en Salida, a las puertas del Templo, entre su Pueblo. Allí estaban Ellas recibiendo a Jorge que llegaba de tierras sureñas diciendo que debemos transitar la conversión institucional, sacando a todos los calentitos de adentro de sus casas para hacer la misa en la Plaza, para pedirnos que "no apartemos nuestros rostro del pobre" y que viene a ofrendar su vida para ello como otros y otras antes que él lo han hecho. Un Jorge, que como el otro Jorge, ya se iba corriendo, sin sacar las ropas de la valija, a compartir un locro en la villa acudiendo al llamado del la Virgen del Carmen; y mientras saludaba a sus hermanos y hermanas nos recordaba que "la Oculta" no debe ser ocultada y que en esta Ciudad "hay y debe haber lugar para todos", que lo que padecemos no es una "grieta" sino una profunda "herida que duele y sangra en las entrañas del Pueblo". Las Mujeres del Alba allí estaban también, desde tempranito cortando y picando la verdura, desde las 5 de la mañana para el guiso. 

Muchos no las vieron, pero en la Plaza de Mayo en el solemne acto del Arzobispado, mayoritariamente estaban detrás de las vallas; mayoritariamente bajitas y en silencio...una se subió a las vallas con su sotana cuando Jorge salió de la Catedral, otra agitaba su mano saludando a su compañero varón que sentado mucho mas adelante la buscaba, otra levantaba y agitaba su bandera de Cuidadora de la Casa Común, y otra atrás de todo cerca del Cabildo sostenía al Negrito Manuel junto a la Virgen de Lujan al lado de la bandera del Movimiento Misioneros de Francisco. Todas se dieron cita, como siempre bien tempranito al Alba. Sí, ellas sabían que estaba amaneciendo en plena Ciudad; en la gran selva donde cada uno intenta salvarse solo o sola, donde el dinero y el "poder" saca lo peor de nuestras frágiles y vulnerables humanidades; donde la violencia, la droga y el dolor ajeno cada vez se hace mas ajeno. Sí, en esta jungla donde pretende salvarse por la fuerza el mas fuerte a costa de tantas y tantos humildes de corazón, las Mujeres del Alba sonreían con la Esperanza a flor de piel, alegres por la Buena Nueva que todavía casi nadie ve,  inquietas por advertirnos que el tiempo de la Pascua se acerca, que confiemos en la Palabra que anuncia el Sembrador sobre una semilla que bajo tierra la Madre alimenta y da arraigo. Entre la multitud Ellas se mezclaban, se acercaban despacito entre niñas, niños y jóvenes; te deseaban la Paz, entre sus manos te compartían una semilla de esperanza, al oído te pedían por favor que con confianza la cuides para hacerla florecer, y antes de desaparecer te dejaban una estampita de Mama Antula. 
La sorpresa, el día anterior, nos había sorprendido. Las Mujeres del Alba nos habían preparado para comprender el mensaje de Jorge. Nos llamaron con su oración por horizontes inspiradores. La hermana Inés y Nora nos recibieron para escuchar nuestros testimonios de vida y recibir nuestras ofrendas para alimentar y perfumar el Encuentro. Nos prepararon el alma para iniciar esta nueva etapa que irrumpe en plena crisis civilizatoria; esta oportunidad de compartir y caminar juntas y juntos un nuevo tiempo, enfrentando viejos miedos ante nuevos desafíos . Nos hablaron de las primeras Mujeres del Alba, que como nosotras tuvieron la osadía de no temer y seguir andando y sembrando. Nos escucharon, las escuchamos atentamente sorprendidas de saber que otras religiosas y laicas se iban encontrando en la Confederación Latinoamericana de religiosas y religiosos. 
Nos contaron sobre el momento en el que estamos, del Sínodo de la Sinodalidad, y que por ello nos estamos encontrando. Nosotras las invitamos a compartir con nuestras mujeres afrodescendientes alguna celebración en al casita de la Virgen en Lujan; a animarnos a brindar una misa en la Capilla Cristo Obrero y Campesino de Máximo Paz como "profetas, sacerdotisas y diaconas" que supimos ser; de poder lavar los pies de mujeres internadas en el Hospital Moyano junto a nuestras heroínas enfermeras; escuchar una celebración en guaraní con nuestras hermanas originarias en el refugio de las y los Cuidadores de la Casa Común en Avellaneda; o simplemente volver a encontrarnos para sentir este amanecer juntas una vez más.  
El Malón de la Paz ya inició nuevamente el camino hacia la gran Ciudad. Las Mujeres del Alba lo acompañan, otras lo esperan en la vigilia de la nueva Casa de Jujuy; pero todas sabemos que esto recién empieza. Hay mucho trabajo por hacer; menos fotos y palabras huecas, y más hechos sentidos con las tripas y el corazón, con humildad frente a la grandeza de la Vida que irrumpe desesperada ante tanto odio y muerte. Hay todavía mucha colonización por desandar, muchos puentes por construir, mucha Palabra por escuchar, mucha paciencia por cultivar; pero sobre todo mucho por misionar juntos y juntas para acortar las distancias. 
Otra entrada a mula habrá en "Jerusalén", hagamos el esfuerzo por ver en el rostro del pobre al crucificado. Algunas y algunos persistiremos en bajarlos de la cruz... Como las Mujeres del Alba que desprendidas, consientes, decididas y con coraje no se detuvieron desde Galilea hasta aquí, injustamente invisibilizadas pero rescatadas en el tiempo por sus pueblos, siempre al lado del dolor de la cruz propia y las ajenas. Ellas una vez más nos tomaran de la mano para seguir caminando, y terminar con la parálisis de la comodidad y el temor. 
Con la esperanza y el coraje de aquellas y estas Mujeres del Alba dejemos atrás nuestros ropajes y ataduras, y caminemos junto a Pueblo crucificado que viene a liberarnos del vacío existencial y la desesperanza. Sin soberbia permitámonos ser guiados nuevamente hacia nuestra "Galilea natal" para reencontrarnos con nuestra Madre Tierra, fundirnos en el abrazo alegre por verla vivir y en un interminable baile de carnaval nos animemos a recibir el calor del nuevo Sol después de una larga y fría noche. 

domingo, 2 de julio de 2023

La noche más larga, y los primeros rayos de Sol de un nuevo Amanecer

 

Las nubes se arremolinan por el poniente, señal que viene tormenta. Pero no solo basta con saber leer las señales del cielo, necesitamos escuchar los gemidos de la Tierra y el grito de los Pobres. En estos días las comunidades originarias, criollas, de trabajadoras y trabajadores del Pueblo jujeño se han lanzado proféticamente a las rutas de nuestras vidas para interpelar el momento histórico que vivimos y la necesaria acción y decisión que debemos multiplicar. En plenas acciones y torbellinos de violencias, represiones, atropellos, y tiranías esclavistas, contaminantes y opresoras, la acción ancestral nos exige contemplación, escucha y acción. 


El presente nos trajo a nuestras y nuestros ancestros mártires heroicos de ayer, para que escuchemos sus testimonios consejeros sobre las peleas que con creatividad debemos dar hoy; y así poder recuperar el sueño de un Buen Vivir en armonía y abundancia sin explotadores ni explotados. Recuperarnos en esas luchas como criadores de la Creación, donde "yo Soy porque Somos nosotros". Recuperar nuestra trascendente misión existencial de ser los guardianes y guardianas, cuidadores y cuidadoras de nuestras Comunidades y de la Madre Tierra. Recuperar el sentido de nuestras vidas en la lucha por la defensa del agua, del aire, de la tierra…del Territorio, del Universo, de nuestra Humanidad.

Ante nuestra fragilidad y pequeñeces individuales, corporativas y sectoriales, nos inunda el angustiante sentimiento de que todo se derrumba, que nos gana la desconfianza, el dolor de traiciones, la impotencia frente a grandes corporaciones económicas y comerciales, las heridas del destrato y las negaciones de falsos e hipócritas decididores; la tristeza y la desesperanza crece con el hambre, la droga y el desempleo. Allí es cuando debemos detenernos y contemplar el entorno; redescubrir entre los escombros la vida que reclama, que empuja, que se asoma.

 

Esos son los momentos que nos recuerdan que debemos ESCUCHAR, SABER VER, RAZONAR CON EL CORAZON Y NO SOLO CON LA CABEZA. ALLI APARECEN LAS COMUNIDADES JUJEÑAS. Aparece un moreno en sandalias, que nos recuerda a varias y varios morenos y mestizos originarios como todos somos, porque PUEBLO SOMOS; parado en la ruta, habiendo recibido balazos de goma en los ojos y en todo el cuerpo, parado frente a políticos y fuerzas policiales gritándoles:

“HIPOCRITAS, QUE BIEN CONOCEN LAS SEÑALES DEL CIELO Y CÓMO NO SABEN VER LAS DE LA TIERRA. Sí, VA A HABER TORMENTA.PERO AQUÍ ABAJO. HIPOCRITAS, ¿NO SE DAN CUENTA LO QUE ESTA PASANDO? EL PUEBLO DESPIERTA Y USTEDES SIGUEN DORMIDOS. Y AL QUE NO SE VENDE POR DINERO LO LLAMAN LOCO Y SOÑADOR. HIPOCRITAS”; y dándose vuelta nos mira a la cara y nos indica: “DESDE HOY DEBEREMOS TENER MUCHO OJO CON LA LEVADURA DE LOS FARISEOS. BASTA UN POCO DE MALA LEVADURA PARA CORROMPER TODA LA MASA. ESTA GENTE ESTA PODRIDA, Y LO QUE BUSCA ES PUDRIRLO TODO. LO DE ELLOS ES TRABAJAR EN LA OSCURIDAD Y CORROMPERLO TODO. ENTONCES LO NUESTRO SERÁ TRABAJAR A LA LUZ DEL DIA. TODOS SUS PLANES LO SACAREMOS AL AIRE. Y TODO LO QUE ANDAN DICIENDO A PUERTAS CERRADAS, LO GRITAREMOS DESDE LAS AZOTEAS DE LAS CASAS. SI CREEN QUE TIENDREMOS MIEDO, SE EQUIVOCARON. NO DAREMO NI UN PASO ATRÁS.” ("Un tal Jesús" N°62)

Se oscurece el cielo, y en medio del torbellino, en plena calle y ruta, el tiempo se detiene. Primera lección: el Tiempo no es lineal; es curvo, todo retorna con mayor aprendizaje…y aquí estamos. Debemos contemplar las señales y los mensajes, sino nos volveremos a equivocar. Debemos salir de esta crisis mejores, diría Francisco Papa; y también nos diría: "detente, contempla, discierne, razona cordialmente…las respuestas están en el Tiempo más que en la geografía." Entonces es verdad que vienen por nuestras tierras y bienes comunes por su avaricia imperial; pero mas profunda Verdad es que vienen por nuestra Identidad, por nuestra Historia, por nuestros Ancestros, por la Palabra, vienen a exterminar nuestro Pueblo, vienen a desmembrar a nuestra Patria, vienen a violar y matar a nuestra Madre Tierra.



Entonces todo toma sentido una vez más. Todas nuestras reacciones dispersas deben reencontrarse en el Tiempo, en el Tiempo del Pueblo, en la Mística patriótica materna, en el Tiempo y la Palabra de nuestros ancestros que lo dieron todo para que nosotros hoy estemos; nuestras resistencias dispersas deben reencontrarse en un mismo sentir, un mismo espíritu, en el cruce de los caminos de nuestros Tiempos en este momento de crisis civilizatoria. Es una nueva oportunidad, es la posibilidad que una vez mas se nos brinda de volver a renacer mejores, sanados y mas sabios. 

«Levantad los ojos y mirad los campos, que ya están listos para la cosecha» (Jn 4,35). «El reino de los cielos es como una semilla de mostaza que un hombre siembra en su campo. Es más pequeña que cualquier semilla, pero cuando crece es mayor que las hortalizas y se hace un árbol» (Mt 13,31-32).

Estamos en el solsticio de invierno en medio de un quiebre sistémico, en un desafío colectivo. No hay idea individual o sectorial que pueda abarcar la magnitud de la Revolución por encarar. Estamos obligadas y obligados a encontrarnos, y superar juntos este desafío por la supervivencia propia y la del Planeta. No hay forma de obviar la etapa penosa y lamentable a la que la avaricia, la codicia y el egocentrismo, diseñando este sistema de depredación y consumo, nos han llevado. Nadie se salvará solo o sola. Solo el Pueblo organizado, con fe en sus pasos y saberes ancestrales, y con esperanza en su constante caminar hacia la Liberación en el Amor que nos humaniza y hermana, puede dar batalla a esta guerra de rapiña, hipocresía y odio.

Este tiempo invernal, en el que en el mejor de los casos hemos cosechado voluntades previendo tiempo difíciles, que contamos con fortalezas si supimos construir Comunidad para la resistencia; es al mismo tiempo, un momento en el que nos preparamos para la Siembra. Es un tiempo, al decir de la hermana quechua en la vigilia frente a la Casa de Jujuy en la gran Ciudad: "es tiempo de que escuchen; ustedes nos necesitan y nosotros los necesitamos. No podrán comer si nosotros no cultivamos, no podrán beber si no luchamos juntas y juntos por el agua. Nuestra Madre Tierra debe descansar de tanto que nos dio, y debemos defenderla como sea de la voracidad ignorante colonial; para celebrar luego con ella, los primeros días de Agosto, su recuperación para continuar dando frutos." 

En estos días donde estamos pasando la noche y los días mas largos, debemos encontrarnos, reflexionar, contemplar, razonar con el corazón, para comenzar a sembrar ideas comunes, fecundar propuestas y consensuar caminos hacia la concreción de otro Mundo posible, uno donde quepan todos los mundos. Estamos empujados por nuestras deidades a celebrar la resistencia, la cultura de la Vida; y en las celebraciones de lucha, renovar nuestras fuerzas en este gran Movimiento Popular en el que renacemos como guardianas, criadores, cuidadores y cuidadoras de nuestras Comunidades, de la Madre Tierra, de la Vida en armonía y abundancia.

Las y los profetas lo anuncian en las rutas. El Tiempo se detiene, todas y todos los que antes que nosotros lo intentaron se presentan. Las nubes se remolinan en el poniente anunciando tormenta aquí, en nuestras tierras. El tata Sol irrumpe acariciando nuestras caras, y la hermana Luna ilumina el camino oscuro. No hay miedo. Me encuentro porque Nos hemos encontrado; y no hay hipócritas, ni levadura de fariseos que puedan pudrir y matar la fuerza de Vida que en nosotros vuelve a renovarse una vez mas.

"La mujer y el hombre soñaban que Dios los estaba soñando. Dios los soñaba mientras cantaba y agitaba sus maracas, envuelto en humo de tabaco, y se sentía feliz y también estremecido por la duda y el misterio.

Los indios makiritare saben que si dios sueña con comida, fructifica y da de comer. Si Dios sueña con la vida, nace y da nacimiento.

La mujer y el hombre soñaban que en el sueño de Dios aparecía un gran huevo brillante. Dentro del huevo, ellos cantaban y bailaban y armaban mucho alboroto, porque estaban locos de ganas de nacer. Soñaban que en el sueño de Dios la alegría era más fuerte que la duda y el misterio; y Dios, soñando creaba, y cantando decía:

Rompo este huevo y nace la mujer y nace el hombre. Y juntos vivirán y morirán. Pero nacerán nuevamente. Nacerán y volverán a morir y otra vez nacerán. Y nunca dejarán de nacer, porque la muerte es mentira." (La Creación, de Eduardo Galeano)

ENCICLICA DEL PAPA FRANCISCO - LAUDATO SI

SE ANUNCIA TORMENTA PARA EL AMANECER

  Aún la tiranía continúa. Nuestros cuerpos la padecen. Las políticas de este gobierno laceran el tejido social, secuestran nuestros derecho...