Esta primer semana de un año
nuevo que comienza con incertidumbres, amenazas, guerras, violencias e intentos
de golpes de Estado y desestabilizaciones en toda la región, nos interpela
nuestras vidas individuales y comunitarias sobre la Misión, el objetivo, el
deseo, el “para qué” de lo que estamos haciendo para ser felices y libres para
amar.
Evidentemente el camino del
sistema de acumulación de riquezas cada vez más concentrada en unos pocos, y en
un Mundo que descarta, excluye y lastima a tantos y hasta la propia Madre
Tierra, no está siendo elegido por la mayoría de los Pueblos que en el Mundo están
resistiendo y luchando por no perder su fe, sus creencias, su espiritualidad, por
no perder la propia Vida.
Estos días las manifestaciones de
solidaridad, esfuerzos por la Unidad y el dar testimonio que es posible otra
forma de compartir, de cuidarnos y cuidar, de escuchar y hacer, se multiplican
por todos los territorios, más allá de instituciones caducas, de estructuras de
odio y muerte, de mentiras y violencias.
Este 6 de enero, cuando se recuerda
el darse a conocer a la Humanidad el Dios hecho hombre, nos ha encontrado en
distintas plazas, rutas, calles y puentes, en distintas geografías, hablando
distintas lenguas, dando testimonio una vez más de la solidaridad a pesar de la
traiciones de pseudos gobernantes; con testimonios de grandeza en las y los
pequeños abiertos a la sorpresa inocente del amor de sus mayores; en la fiesta
en el hermanarnos cuando intentan dividirnos y hacernos matar unos contra
otros. Testimonios que ponen el cuerpo a pesar de todo, conscientes de los
peligros que implica enfrentar con nuestra palabra y acción a la crueldad de la
avaricia, del egoísmo y la maldad de los reyes Herodes de ayer y de hoy.
Pero allí estamos, en las costas argentinas construyendo comunidad y festejando el encuentro con danzas, cantos, y solidaridades en las barriadas más humildes;
allí estamos, en Villa Oculta donde las y los pequeños alegran y guían hacia dónde dirigir los esfuerzos, sacrificios y deseos por mejorarles sus infancias;
allí estamos en las movilizaciones solidarias con nuestros hermanos y hermanas peruanos que están siendo violentados por el sistema colonial, esclavista, racista y asesino que imponen los adoradores del Dios Dinero.
Allí están las luces, las estrellas,
los deseos hechos carne, la pregunta que busca la Justicia y la Paz. Allí está
la estrella que cada día nos hace estar prestos y en salida, en Movimiento
constante hacia la Liberación.
Este 6 de enero nos clarificó aún
más este recorrido que reiniciamos este año 2023 Francisco Papa; con sus
palabras sobre lo necesario que es que nos identifiquemos con aquellos Sabios
de Oriente y sus dones. Dones que debemos cultivar como Pueblo soberano en el
discernimiento de los caminos a tomar para cada desafío. Nos indicaba los dones
a cultivar juntos y todos los días. Los regalos de dones como el oro, el
incienso y la mirra, que resignificamos en : el don de la inquietante PREGUNTA
que nos hace salir de la comodidad adormecedora y mentirosa de bienestar
individual y del consumo efímero que nos adormece el alma, entumece los músculos
y congela los corazones. Permitirnos dudar, preguntarnos y emprender la búsqueda
que necesitamos, como aquellos magos que se lanzaron a seguir la estrella que desconocían
y los guiaba a las respuestas que buscaban. Permitirnos salir de la obediencia
represora, vacía y estática, para rebelarnos y protagonizar con otros las
bienaventuranzas que anhelamos. Arriesgar con coraje y salir al encuentro de
otros y otras que nos están necesitando y nosotros a ellos.
(...) “El
que tenga una canción, tendrá tormenta
El que tenga compañía, soledad
El que siga un buen camino tendrá sillas
Peligrosas que lo inviten a parar
Pero vale la canción buena tormenta
Y la compañía vale soledad
Siempre vale la agonía de la prisa
Aunque se llene de sillas la verdad”
(Silvio Rodríguez)
El segundo, el don del DISCERNIMIENTO,
que como los Reyes Magos, no dejarnos engañar; saber distinguir entre lo bueno
y lo malo, no solo en lo personal sino sobre todo lo bueno para mi gente, con
la que vivo y comparto, y también la que sin conocerla me siento hermano. Saber
distinguir entre nuestras metas y objetivos de vida y lo que nos distrae de
ellos, las tentaciones que desvían, retrasan y olvidan. Poder contar con la
constancia del discernimiento en el camino emprendido y en la estrella que nos
movilizó a caminar; poder encontrarnos y encontrar a otras y a otros y aprender
con ellos en la escucha, en el encuentro, en el cuidado, en la lucha por llegar.
“El tiempo está a favor de los pequeños
De los desnudos, de los olvidados
El tiempo está a favor de buenos sueños
Y se pronuncia a golpes apurados (…)
Se han convertido en sol
violentoY han emprendido claro viaje”
(Silvio Rodríguez)
Y el tercer don regalado que se
nos ofrece y ofrecemos día a día es la posibilidad de seguir sorprendiéndonos, asombrándonos
para adorar en lo pequeño, en las y los pequeños, en lo sencillo la grandeza y
abundancia de todo lo que buscamos. Este don de la SORPRESA que nos hace
arrodillarnos ante el Pueblo pobre, humilde y trabajador cuando vemos la
grandeza de sus resistencias, la fortaleza sin descanso en el histórico camino
emprendido, su fuerza ante torturas y dolores que no quiebran su espíritu y
continua caminando hacia su Liberación, por años, por siglos, por milenios…AVANZA,
SIEMPRE AVANZA Y SE ABRE PASO SIN PERDER SU ESTRELLA.
“CUANDO
SUEÑAS SOLO, SOLO ES EL COMIENZO; CUANDO SUEÑAS CON OTROS ES EL COMIENZO DE LA
REALIDAD.”
– Hélder Cámara –
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