En estos primeros soles de octubre fuimos convocados por la Virgen de los Pescadores a cruzar nuestros caminos, para conocer y compartir preocupaciones, saberes y propuestas con más cuidadoras y cuidadores de la Casa Común en el Partido de la Costa, provincia de Buenos Aires.
A través de Gabriela Falaguerra, a cargo de la Fundación "Chichos" que con 12 años de historia que rescata, cuida y protege los animales abandonados y accidentados en San Clemente, nos llega la invitación de Diego Héctor Gambetta, Director del Museo de Mar de Ajó y del Museo Regional de Historia y Ciencias Naturales de la Costa, para participar en las VII Jornadas Científicas de Ambientes del Tuyú. En dichas Jornadas también nos reunimos y escuchamos los trabajos conscientes y necesarios en el cuidado ambiental , comunitario y de recuperación de saberes de la Madre Tierra, a integrantes de los Clubes de Observación de Aves de la región, de Fundación Fauna Argentina del Partido de la Costa, de Fundación Aquamarina y la organización vecinal de "Amigos de la Playa"; junto a artistas y músicos que resaltan las tareas comunitarias y el paisaje que nos regala la naturaleza a través de la comunicación y preservación cultural. El encuentro reafirmó el compromiso asumido por cada una de las organizaciones y a la vez ayudó a tomar la decisión de conformar una red común de solidaridad y trabajo conjunto para las estrategias de preservación, concientización y cuidado que multipliquen la participación en cada una de las localidades a fin de recuperar un buen vivir comunitario en armonía y abundancia, sin políticas de exclusión, contaminación ni descarte .
Al día siguiente la Virgen de los Pescadores, Stella Maris, nos sumó a la peregrinación por el Puerto de San Clemente. Ella llegó en lancha, junto a muchas otras, conducidas por familias de pescadores artesanales. Con alegría los vecinos del barrio, y visitantes expectantes, la esperaban en la orilla para agradecerle, junto a las y los trabajadores de la pesca, la bendición del alimento, la solidaridad de la comunidad ante las adversidades, la salud para que nunca falte a los seres queridos,
y pedirle que proteja las embarcaciones, a las familias pescadoras, y a las niñas y niños que continuarán con el oficio de abrirse camino en la vida con sus creativas manos. Al caer la tarde, y alumbrarse la ciudad con una enorme luna, se pudo saborear el fruto de la labor diaria de la pesca propia de la corvina negra, que a la parrilla y junto a la gran paella, nos siguió sorprendiendo con la gratitud de un Pueblo que se resiste al odio, las divisiones, la pobreza y al mal gobierno.
Un Pueblo que sigue construyendo Comunidad, sigue inventándose el Trabajo, sigue caminando hacia la Verdad, y va pariendo sus lideres y lideresas, sus guerreras y guerreros del Arcoíris, porque su forma de rebelión ya la encontró en la construcción de otro Mundo posible, un Mundo donde quepan todos los Mundos; sin olvidar que "EL GRITO DE LA TIERRA ES EL GRITO DE LOS POBRES" (Francisco Papa)
LA LEYENDA DE LOS GUERREROS DEL ARCO IRIS
Hubo alguna vez una anciana llamada Ojos de Fuego, nacida india, de la tribu Cree de Norteamérica.
Pues bien, esta mujer lanzó una profecía que hasta nuestros días hace eco:
"Cuando la Tierra esté sufriendo y los animales estén muriendo, una Tribu nueva aparecerá sobre la Tierra, compuesta por gentes de todos los colores, razas, credos, y con sus acciones hará reverdecer la Tierra otra vez. Esta tribu será conocida como los Guerreros del Arco Iris."
Llegará el día en que la codicia del hombre blanco, del Yo-ne-gi, hará que los peces mueran en las corrientes de los ríos, que las aves caigan de los cielos, que las aguas ennegrezcan y los árboles ya no puedan tenerse en pie…
Y la humanidad, como la conozco, dejará de existir.
Llegará un día en que la Tierra caiga enferma, pero cuando no queden apenas esperanzas, algunas personas despertarán de su letargo.
Llegará un día en el que muchas personas se levantarán para formar un mundo nuevo de respeto por el Gran Espíritu de la Tierra.
Llegará el tiempo en que habremos de necesitar a "los que preservan las tradiciones, las leyendas, los rituales, los mitos y todas las viejas costumbres de los pueblos”. Ellos serán la clave para la supervivencia de la humanidad, y serán conocidos como "Los Guerreros del Arco Iris".
Estos Guerreros le enseñarán a la gente los viejos hábitos de la unidad, del amor y de la comprensión. Estarán libres de envidias mezquinas.. Sus corazones serán puros e irradiarán calidez, comprensión y respeto por la humanidad, por la naturaleza y por el Gran Espíritu… Y sus hijos nuevamente podrán correr libres y disfrutar los tesoros de la Naturaleza y de la Madre Tierra, libres de venenos y de la destrucción generada por el Yo-ne-gi y sus prácticas codiciosas.
Los ríos fluirán limpios otra vez, los bosques serán abundantes y llenos de hermosura, y otra vez habrá aves y animales sin número. Nuevamente se respetarán los poderes del planeta y de los animales, y la conservación de todas las cosas bellas se convertirá en una forma de vivir.
Los líderes de los pueblos volverán a ser elegidos a la vieja usanza… Aquellos cuyas acciones digan más que sus palabras.
Habrá enormes montañas de ignorancia que será necesario vencer; En su camino hallarán mentes y corazones dispuestos a seguirlos en esta senda que le devolverá a la Madre Tierra toda su belleza y su plenitud.
Ese día llegará pronto, ya no está lejos. Éstos serán los Guerreros del Arco iris, y ésta es la razón que me impulsa a proteger la cultura, la herencia y los conocimientos de mis antepasados.
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